jueves, 17 de marzo de 2011

Filosofía medieval

Época en la que tres movimientos religiosos coinciden en profesar el monoteísmo y en atribuir autoridad divina a sus respectivos libros sagrados: el Corán por parte de los islámicos y la Biblia por parte de judíos y cristianos.
EL hecho de contar con un conjunto de verdades infalibles, supuestamente reveladas, incide de modo directo en el problema que significa confrontarlas con las ideas filosóficas derivadas del razonamiento humano.

Averroes

Fue bajo la influencia decisiva de Aristóteles que Averroes llegó incluso a otorgar prioridad al saber racional sobre la fe. Divide a los hombres en tres categorías. En el lugar ínfinito estaría el "vulgo", las mayorías iletradasm a quienes les basta el conocimiento simple y literal del Córan. En un lugar algo más alto estarían los maestros y expositores, capaces de leer y explicar al pueblo el contenido del Corán, y, por último, los verdaderos sabios, los teólogos filosóficos, a quienes Averroes denomina "hombres de demostración", porque aspiran al saber científico y son capaces de probar racionalmente las verdades de la fe.
Averroes proclama que Dios creó el mundo "desde toda la eternidad" y que la materia es también eterna, antes y fuera del tiempo.
También profesa la existencia de dos entendimientos: uno inmaterial, separado de las realidades materiales concretas, que es el entendimiento del mundo, y el otro el entendimiento humano, busca explicar cómo los hombres pueden alcanzar  verdades ciertas y universales, emanadas directamente de Dios.
La teoría de la "doble verdad". Pueden definirse la verdad de la fe y la verdad de la razón, manteniendo cada una su propio criterio y fundamento. Ninguna de las dos se contradice realmente, porque cada una pertenece a un reino diferente, a un ámbito distinto del entendimiento.


Maimónides

Se adentró a las concepciones aristotélicas por influencia de Averroes.
Su guía de perplejos es una especie de Suma del judaísmo, donde con ayuda de las interpretaciones alegóricas intenta superar las narraciones e ideas que muestran a Dios con imagen humana y que aparecen en la Biblia.
Afirma que en Dios se identifican la esencia y la existencia, el pensamiento y la acción, la sabiduría y la omnipotencia.
Enseña que lo divino es lo sustantivo y eterno, mientras que lo humano está compuesto de sustancia y accidentes, de acto y potencia, por lo cual su existencia es contingente, sujeta a la mortalidad.
Veamos cómo se expresa Maimónides en un breve fragmento de su Guía de perplejos:
"Cada uno de nosotros debe darse cuentas de que, incluso en lo que podemos percibir de Dios, no hay modo de percibirlo más que mediante una negación; y como la negación no nos hace conocer nada en absoluto de la realidad de las cosas a las que se aplica, todos, antiguos y modernos, han declarado que las inteligencias humanas más altas son las que comprenden su impotencia. Más vale, pues, callarse y ofrecer a Dios el homenaje de nuestro silencio y de nuestra admiración y agradecimiento por habernos creado y por haber creado las montañas, los mares y las estrellas".

La escolástica cristiana: Santo Tomás de Aquino

La escolástica cristiana no se conforma de manera plena sino hasta el siglo XIII. En lo que respecta al cultivo de la teología filosófica, las dos figuras de máximo prestigio provienen de Italia. Santo Tomás se atiene al ideario aristotélico.
Establece una clara diferencia entre el conocimiento "natural" y el conocimiento "sobrenatural". El primero procede del razonamiento humano y tiene plena validez, con sus leyes y sus métodos de valor demostrativo que le otorgan calidad de verdadera ciencia. El conocimiento "sobrenatural" procede de la revelación divina y propone verdades que son objeto de fe.
Tomas de Aquino defiende la prioridad de la fe sobre la razón; pero también sostiene que ambas pueden beneficiarse mutuamente.


La filosofía al servicio de la teología

Guillermo Fraile, sintetiza así las funciones que Tomás de Aquino atribuye a la razón en el discurso del pensamientoo cristiano.
Demostración racional, con todo rigos científico, de los "preámbulos de la fe"
Función declarativa y explicatica de los artículos de la fe, no para penetrar los misterios en sí mismos, sino para hacerlos inteligiblesm en cuanto cabe, a la razón humana.
Función deductiva, desentrañando los datos de la fe y deduciendo conclusiones confórme a las reglas de la dialécta, cuyo resultado es la típica conclusión teológica, que proviene de una premisa mayor de fe y una premisa menor de razón, pero cuyo valor es estrictamente racional.
Función ordenadora y sistematizadora
Función defensiva, no para demostrar instrísecamente las verdades de la fe, sino para deshacer los argumentos contrarios, o al menos para hacer ver que no son concluyentes a la luz de la razón pura.

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